top of page

Naide, nadie, nunca.

  • Foto del escritor: blogcomoaguayaceit
    blogcomoaguayaceit
  • 18 nov 2018
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 19 dic 2018

Ya nadie canta sobre cómo se para el mundo cuando te enamoras. Ya nadie escribe sobre cómo le puedes hacer bonita la vida a un alcohólico compartiendo una botella. Son el claro ejemplo de que si no te separas de algo incluso cuando ya no está o se ha acabado es porque algún resquicio de tu cuerpo recuerda que has sido feliz con ello.

Es triste ver una sociedad que no encuentra el amor en la risa de un niño, el abrazo de un padre o el teléfono de casa. En la voz de quien te quiere siempre hay sitio para dos: tú y tus heridas.

Camarero, ponga otra ronda de lo mismo bien cargado, que esta noche a melancolía la venden bien barata y yo sigo sin cobrar.

Ojalá mas noches de borrachos de amor cosiendo heridas con hilos de Sabina, Andrés o Marazu. Ojalá más heroínas de amor y menos de esquina. Menos noches de correr desesperados para cerrar el último bar y más de corrernos abrazados sin haber cerrado la puerta. Haz el amor, no la guerra.

Acojona mirar a los ojos y encontrarte estrellas, luz y sol. Acojona ver que existe la vida, y tú sigues muerto.

Yo sólo pido puños en alto por causas justas. Igual de altos que nos sentimos hasta el culo de cerveza. Yo sólo pido que gritemos bien fuerte que el amor es el motor del mundo aunque se esté acabando. De tu mundo, del mío. Al fin y al cabo, yo sólo lucho porque el de ambos, alguna noche de jueves, sean el mismo.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page